Cuando empecé a hacer a Otosan, tenía muy claro que quería que tuviera familia. Una señora esposa y dos nenes (y perro... ya veremos). Problema: que empecé a ver cosas que me apetecían más hacer y quería adentrarme más en el mundo del ganchillo. (Se podría decir que me disperso con mucha facilidad...)
Pero hace un tiempo, Laura, con toda su bondad, me regaló a Okasan, la osito rosa más bonita del mundo. Y así, sin más, Otosan ya no está solo.
Ahora faltan los nenes, pero todavía se están conociendo, así que, poco a poco, oye.
Muchas thankyus, Laura. Otosan es muy feliz.
Me alegro mucho de que sea feliz. En casa la verdad es que estaba mustia...y mira que le cambié veces el modelito. ^___^
ResponderEliminarqué parejita más encantadora!
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